Emmanuel González: entre la música y el transporte público

Emmanuel González acaba de alcanzar los 15 años. El día de su cumpleaños, 21 de octubre, no solo dio una presentación junto a la Orquesta Juvenil de Los Ángeles (YOLA), sino que lo hizo durante la inauguración oficial de la estación Grand Ave Arts/Bunker Hill de Metro. “Estaba muy feliz porque dos cosas que me encantan se juntaron en un solo lugar”, dice contento.

En efecto, Emmanuel disfruta de tocar la trompeta y es también un joven entusiasta del transporte público.

Va a sus clases de música en autobús, la línea 18 lo lleva desde su casa en Koreatown hasta La Fayette Park. También toma el autobús para ir a la escuela y —aunque su familia tiene un auto— convenció a todos para ir a la apertura del Conector Regional en junio pasado. Hizo que todos llegarán tan temprano que fueron los primeros en la fila para recorrer las nuevas estaciones.

“En julio tuve un concierto en el Walt Disney Concert Hall y vine en tren hasta la estación de Bunker Hill”, platica Emmanuel. También ha animado a su familia a ir en tren hasta Santa Mónica con la línea E y ahora, tiene en la mira explorar los vecindarios del sur de Los Ángeles a lo largo de la línea K. A su corta edad, es consciente de las ventajas de viajar en transporte público. “Hay muchos lugares que puedes conocer. Me encanta el transporte público porque nos ayuda a conectar con nuestras comunidades… Además, ahorras dinero en gasolina y tiempo en el tráfico o en buscar parqueo”.

Su madre, Erika Quero —quien también usa Metro para desplazarse— cuenta que desde que Emmanuel era un bebé, lo ponía en su carriola y se lo llevaba a todos lados en transporte público. “Creo que se acostumbró a arrullarse con el movimiento del tren y siempre le llamaban la atención los anuncios que daban por los megáfonos. Luego se hizo fan de ver Thomas [un dibujo animado cuyo personaje principal es una locomotora azul]. Mi hijo siempre traía en la mano un tren de juguete”.

Tanta es la afición de Emmanuel por los trenes que le ha dado curiosidad por saber cómo se ve una cabina de control y le encantaría algún día conducir un tren. “Han formado gran parte de mi vida y me encantan. Hasta he pensado en ser operador de transporte”, dice Emmanuel. Por ahora, el joven está enfocado en la música y en las clases que recibe en YOLA, desde hace tres años.

Todo empezó hace un tiempo, cuando su mamá cantaba en una iglesia y el director del coro le dijo que veía a Emmanuel interesado en la música. “Yo lo veo tocando un día en la Filarmónica de Los Ángeles”, expresó. A Erika Quero, ese comentario se le quedó grabado y empezó a motivar a su hijo en la música.

Al principio, Emmanuel se unió a la banda Santa Cecilia de LA, que fue creada por padres inmigrantes de Veracruz, México, con el objetivo de que los jóvenes no pierdan sus raíces en Estados Unidos. “En mi pueblo El Nigromante son especialistas en instrumentos de viento, mi bisabuelo fue clarinetista y yo toco el saxo”, cuenta Quero.

El joven se entusiasmó y así, luego de probar varios instrumentos, Emmanuel decidió elegir uno con más melodía: la trompeta. Hoy acude a clases cinco veces a la semana, practica ocho horas en el salón pero le pone empeño y también practica más horas en casa. Su esfuerzo ha dado frutos, si bien ya estaba en YOLA, lo acaban de aceptar en el Instituto Nacional YOLA —un programa de formación en profundidad para jóvenes músicos.

Emmanuel quiere viajar para aprender más de la música y uno de sus mayores sueños es pisar un escenario junto al director musical de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, Gustavo Dudamel. “Mientras, disfruto lo que estoy viviendo ahora… La música me transporta, me inspira”.

Su madre, recuerda que Emmanuel le pidió recorrer las estaciones de Metro el día de su cumpleaños. “Y cómo son las cosas, ese día del evento estuvo entre lo que más le gusta, que es la música y el Metro. Además, escuché que (la supervisora) Hilda Solís también cumplía años y hasta tocaron “Las Mañanitas”… Como mamá, creo que no pudo haber mejor regalo para él”.