En 2014, a Socorro Blanco le dijeron que tenía cáncer. Y aunque una cirugía permitió detener la enfermedad, aún debe visitar al oncólogo con regularidad. Ahora, cada vez que tiene una cita médica, sale de su casa en Sun Valley para tomar el autobús 169 de Metro y en solo 20 minutos llega al Hospital Kaiser Permanente en Panorama City.
Cientos de personas mayores como Socorro en el condado de Los Ángeles confían en Metro para desplazarse y llegar a los centros de salud a recibir atención médica. Metro ofrece programas de tarifas reducidas expresamente para adultos mayores y mañana jueves 18 de mayo llevará a cabo una Exposición de Transporte para Personas de la Tercera Edad en Pasadena con el objetivo de que aprendan más sobre cómo utilizar mejor el sistema de Metro. Haga clic aquí para más detalles.
“Además, de ir a ver al oncólogo, voy seguido al hospital porque debido a mi prediabetes, tengo que ir a clases de nutrición todos los sábados”, dice Socorro, de 66 años. Cuenta también que aunque aprendió a conducir en Nicaragua durante su adolescencia y manejó su propio auto desde que llegó a Los Ángeles en 1998, decidió dejar de conducir y viajar únicamente en transporte público hace cinco años.
“Fue por muchas razones. Una de ellas es que tengo ansiedad pero saber que hay un operador al volante me hace sentir relajada y segura en el camino. Además, el gasto de dinero para pagar gasolina, seguro de carro y las reparaciones del auto ya me estaba resultando muy costoso. Me gusta el transporte público porque es más conveniente para mi economía”.
Socorro dice que para las personas que no tienen automóvil, los servicios de Metro son cruciales. “Sin él, no podría ir a la tienda, a la escuela ni a mis citas médicas. Ahora estoy explorando viajar en tren. Hasta ahora, he llegado a Union Station”, dice contenta.
Otra persona que ha utilizado el transporte público desde que llegó a los Estados Unidos desde Guatemala en 1987 es Justa Flores.
“En uno de mis primeros trabajos, solía cuidar a un niño. La familia quería que sacara la licencia de conducir para llevarlo a todas partes, pero yo no quise. Era mucha responsabilidad llevarlo conmigo en el auto y terminamos usando solo los autobuses. Poco a poco me acostumbré a ir de mi casa en el sur de Los Ángeles a mi trabajo en Santa Mónica solo en transporte público. Desde entonces, siempre me he movido por la ciudad en autobús”.
A sus 77 años, Justa dice que además de usar el transporte público para asistir a eventos en un centro de adultos mayores, también usa Metro para visitar a su médico de cabecera, al oftalmólogo, al dentista y hasta al podólogo, quienes están ubicados en varios puntos de la ciudad. “Algunas citas médicas están cerca, como en Huntington Park o Vernon. Si es más lejos, entonces tengo que tomar dos autobuses”.
Justa siente que sus viajes son fáciles en autobús. Hace unos años, se sometió a una cirugía de rodilla que la llevó a estar una semana en el hospital y tener dos semanas de convalecencia. Durante su rehabilitación, se le pidió que usara un andador.
“A pesar de todo, seguí tomando el autobús. Todo me fue cómodo porque el chofer me esperaba para subir al bus y también bajaba la rampa para que me subiera con mi andador. Eso hizo que ese período de tiempo fuera más fácil para mí”, dice “Otra cosa que la hace sentir segura es que los operadores conducen con cuidado”.
Víctor Ramírez coincide con Justa. Dice que se siente tranquilo cuando viaja en autobús, especialmente cuando va de su casa en Huntington Park a sus citas médicas en Cudahy, donde va a recoger sus medicamentos y a que le revisen la presión arterial y el corazón. “Solo tomo el autobús 111 en Florence [Avenue] y en menos de media hora llego a la clínica, que está en Atlantic Boulevard”, dice el hombre de 73 años.
Desde que vino a vivir a Los Ángeles después de dejar México en 1970, ha sido propietario de un automóvil. Sin embargo, durante años, fue a trabajar en Beverly Hills en autobús. “Creo que el transporte público es una necesidad. Siento que es fácil de usar”, dice.
Otra de las ventajas que encuentra de viajar en autobús, es que va relajado y sin preocuparse por el embotellamiento. Además, dice que el uso del tren o del autobús es un servicio muy conveniente porque no tiene que perder tiempo buscando o pagando estacionamiento cuando va al centro de Los Ángeles.
Además, debido a su edad, Víctor paga menos de la tarifa regular de $1.75 después de que calificó para un programa de tarifa reducida de Metro para personas mayores. Los adultos mayores de 62 años también pueden combinar los descuentos con otros sistemas de transporte, como con el EZ Pass.
Se alienta a la comunidad de la tercera edad interesada en obtener más información sobre los descuentos y programas de Metro a unirse a la Exposición Anual de Transporte para Personas Mayores de Metro, que tendrá lugar este jueves 18 de mayo en el Centro de Convenciones de Pasadena de 9:00 a.m. a 2:00 p.m. El tema de este año es ¡Haz la conexión! El evento estará lleno de información y recursos para ayudar a los adultos mayores a viajar en transporte público con facilidad. La entrada es gratuita.
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